Estamos en Navidad, unas fiestas entrañables en las que disfrutamos en familia y con amigos. Pero, todos los preparativos que conllevan las celebraciones muchas veces desembocan en el temido estrés navideño. Hoy desde Novasalud os damos ideas para evitarlo, combatirlo y pasar unas Navidades relajadas.
Gran parte del estrés navideño viene por el hecho de organizar todo lo que tenemos que hacer. Idear un menú a gusto de todos, comprar los ingredientes, estudiar las preparaciones culinarias, pensar en los regalos, decoraciones,
vestimentas…
Pueden parecer muchas cosas si queremos hacerlas de golpe. Sin embargo, si nos planificamos adecuadamente, la tarea es mucho más sencilla.
Elaborar un menú navideño no tiene porqué ser estresante. Si la innovación en la cocina no es lo tuyo, siempre puedes optar por recetas tradicionales. Pídeselas a algún familiar o busca en internet. ¡No es necesario complicarse!
Uno de los quebraderos de cabeza suelen ser los regalos navideños. Normalmente solemos regalar cada año a las mismas personas. Esto es una ventaja, porque tenemos 365 días para pensar en qué regalar a cada uno.
Si ya tenéis claro qué regalar a una persona en concreto y tenéis la certeza de que vais a acertar, no demoréis la compra y tachad un regalo de la lista. De este modo, avanzamos poco a poco pero con paso firme.
Buscad regalos prácticos y sin grandes pretensiones, la intención es lo que cuenta.
Otra de los causantes del estrés navideño es el dinero. Controlar los gastos es fundamental para casi todo el mundo y existen muchas maneras de lograrlo.
Debemos evitar dejar las compras para última hora, evitaremos subidas de precio de última hora y el estrés de no encontrar lo que buscamos.
Por otro lado, en referencia a los menús navideños, hay muchos alimentos humildes que bien preparados son mucho más ricos que los más ostentosos. No hace falta gastar grandes cantidades de dinero para hacer comidas ricas.
Menos es más. Simplificar las fiestas no significa disfrutar menos, sino todo lo contrario. Evitaremos sobras de comida, que muchas veces terminan en la basura, y un excesivo consumismo navideño.
Así podemos centrarnos en lo realmente importante: disfrutar juntos.
Tanto si hablamos de comidas, decoraciones o de regalos, es importante no crearnos unas expectativas demasiado altas.
Al fin y al cabo la Navidad es una época en la que disfrutar juntos y no debemos darle tanta importancia a que la decoración sea perfecta, que los cubiertos estén alineados al milímetro o a que el pavo haya quedado un poco más seco de lo que nos hubiera gustado.
Hay que relajarse, tomar las cosas con naturalidad y quitarle hierro a los pequeños detalles. Nadie es perfecto y tus seres queridos agradecerán una actitud positiva.
Encontrarse bien durante la Navidad es primordial para vivirla de un modo relajado.
Podemos conseguirlo con unas simples pautas: evitar el exceso de comida y bebidas alcohólicas y seguir moviéndonos estos días. Pasear en familia para disfrutar del ambiente navideño es el plan ideal para sobrellevar las comilonas.
El secreto de las reuniones familiares en Navidad es potenciar las cosas positivas y relativizar las negativas.
Seguro que en esa comida familiar puedes disfrutar de la compañía de alguien que te hace feliz. Evita enfrentamientos y busca actividades que compartir con los demás. Si tú estás bien, los demás lo notarán y fomentarás una actitud positiva en tu entorno.
¿Saturado de la reunión? Aprovecha cualquier excusa para salir a dar un paseo y vuelve con los ánimos y energías renovadas.
Y cómo no, la Navidad es una época de felicidad y diversión. Haz actividades que te gusten y te motiven. Aprovecha las opciones que te brinda tu ciudad para hacer cosas que no puedes el resto del año.
¿Hace cuánto tiempo que no vas a patinar sobre hielo? ¿Y a una cabalgata?
Saca el niño que hay en ti y ríe, juega, baila… Disfruta de la Navidad: te sentirás mejor y reducirás el estrés.
Feliz Navidad
29 febrero, 2020
27 febrero, 2020