Hoy se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Esta enfermedad afecta cada vez a más pacientes en todo el mundo. Aunque tradicionalmente se ha asociado siempre con adultos, la incidencia en menores se ha disparado en las últimas décadas.
En 1991 se celebró el primer Día Mundial de la Diabetes, promovido por la OMS y la FID (Federación Internacional de la Diabetes). Desde entonces, cada año se ha conmemorado alrededor de una temática distinta.
En esta ocasión la campaña va dirigida a la prevención de la diabetes en el ámbito familiar. Y es que, a pesar de ser una enfermedad muy extendida, mucha gente desconoce sus síntomas.
Las acciones divulgativas tienen como objetivo que las unidades familiares sean capaces de reconocer los diferentes síntomas y reaccionar para buscar un diagnóstico y posible tratamiento.
Transmitir esta información es especialmente importante, ahora que los casos de diabetes tipo II se han disparado en la población infantil. Se cree que la principal causa es una mala alimentación y la vida sedentaria.
De hecho, los índices de diabetes han aumentado al mismo ritmo que los casos de obesidad infantil. Hasta tal punto que se ha creado un término especial para aunar ambos conceptos (diabetes y obesidad): la diabesidad, que ya se considera la epidemia del siglo XXI.
Las complicaciones que puede conllevar la diabetes en niños son diversas: retinopatía, diferentes enfermedades hepáticas o insuficiencia renal, entre otras.
En adultos, también se han detectado problemas en los pies, enfermedades de la piel, aumento de casos de Alzheimer, depresión y deterioro auditivo.
Los síntomas varían mucho entre pacientes, pero hay varios que se repiten con mayor frecuencia.
Por un lado, están el aumento de la sed, de la frecuencia de micción, la necesidad de comer constantemente y la pérdida de peso sin causa aparente.
Por otro lado, muchos pacientes refieren cansancio extremo y una mayor irritabilidad. Otros síntomas comunes son los problemas de cicatrización y la visión borrosa. En algunos casos, aparecen infecciones frecuentes y recurrentes.
Finalmente, las analíticas de orina de una persona diabética pueden mostrar cetonas, que denotan la falta de insulina.
El gran problema de muchos casos de diabetes es la ausencia de síntomas durante un periodo prolongado. Tanto es así, que se estima que la mitad de las personas diabéticas están sin diagnosticar.
Además de las diversas afecciones nombradas anteriormente, la diabetes es un factor de riesgo cardiovascular.
Cuando la producción de insulina es insuficiente o si existe una resistencia a la misma, la glucosa se acumula en la sangre. Esto provoca el deterioro progresivo de venas y arterias, causando problemas como la arteriosclerosis.
Estos daños aumentan considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Una de las acciones importantes del Día Mundial de la Diabetes es recordar que aunque existen diferentes factores de riesgo que no se pueden controlar, como son los antecedentes familiares, prevenir la diabetes en muchos casos es posible.
Primeramente, es fundamental seguir una dieta equilibrada. Lo ideal es reducir el consumo de grasas y calorías y aumentar el de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra.
Adicionalmente, debemos sacar tiempo para el ejercicio. Tan solo 30 minutos al día de actividad física moderada ayudan a mantener a raya la diabetes.
En relación con ambos puntos, evitar el sobrepeso también forma parte de la prevención. El tándem formado por una dieta equilibrada y el ejercicio moderado, favorecen mantener un peso saludable.
Muchas veces los pacientes carecen de una fuente de información cercana que les explique todo sobre su enfermedad.
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29 febrero, 2020
27 febrero, 2020