El cáncer de testículo tiene una presencia mucho menor que otros tipos de cáncer en los hombres. De hecho, tan solo representa entre el 0,5% y el 1% del total de los casos.
Si nos centramos en España, la incidencia anual se sitúa entre 1,6 y 2 casos por cada 100.000 habitantes.
Aun así, alrededor de 50.000 hombres son diagnosticados anualmente en el mundo. Los cambios de hábitos en las últimas décadas y las mejoras médicas han detectado un aumento de casos, sobre todo en los países desarrollados.
Si bien es cierto que puede aparecer a cualquier edad, la gran mayoría de los casos se dan en hombres con edades entre los 15 y los 35 años.
Hoy en día no existen unas causas claras para el cáncer de testículo. Sin embargo, sí podemos hablar de determinados factores que podrían aumentar las posibilidades de desarrollarlo.
Entre ellos está el desarrollo anormal de los testículos y los antecedentes familiares. También se han dado casos en hombres cuyo testículo no descendió desde la cavidad abdominal al escroto durante la lactancia. Por otra parte, también se asocia a algunas enfermedades cromosómicas como el Síndrome de Klinefelter.
Al contrario de lo que sucede con otros tipos de cáncer, el de testículo no suele producir síntomas generales (fiebre, pérdida de peso, dolor…).
Sin embargo, la auto-exploración es clave para detectar un posible problema testicular. Es la mejor manera de detectar anomalías.
Se debe acudir al médico si se detecta una inflamación, la acumulación de líquidos o un bulto en el testículo. También deben observarse los cambios de forma o tamaño.
Otro motivo de consulta médica es la aparición de dolor abdominal, inguinal o directamente en el escroto y el testículo.
No obstante, estos síntomas no tienen por qué ser ocasionados por un cáncer de testículo. Existen diversas enfermedades que cursas con sintomatología similar, pero no son cáncer. Por eso, la primera opción debe ser siempre una consulta médica.
Si hablamos en términos generales del cáncer de testículo con una detección precoz, la tasa de supervivencia es muy alta. En el caso de los enfermos españoles, alrededor del 96% de los pacientes sobreviven más de 5 años tras el diagnóstico.
La buena noticia es que, aun en los casos en los que el cáncer ya se ha propagado más allá del testículo, es altamente tratable. Hoy en día existen cirugías, radioterapia y quimioterapia con muy buenos resultados. El tipo de tratamiento dependerá del tipo de cáncer y la etapa en la que se encuentre.
En Novasalud recordamos la importancia de acudir al médico cuando se detectan anomalías. La prevención es siempre la mejor decisión en cuestiones de salud.
29 febrero, 2020
27 febrero, 2020